Arroceros de Daule iniciaron un proyecto que puede volver rentable a la gramínea y hacer que las plagas y enfermedades dejen de ser un temor a la hora de iniciar la siembra.
“Creo que es el momento de poner los pies sobre la tierra, estamos cansados de tanto engaño. Soy padre de familia con cuatro cargas, y con muchas deudas”, dijo Teodomiro Alcívar, agricultor del cantón.
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